Sentidos de las Orcas

Se pueden encontrar orcas en todos los océanos del mundo y hasta en regiones de aguas heladas. ¿Cómo sobreviven a tan variados hábitats? Bueno, hay que saber que las diversas poblaciones están perfectamente adaptadas, lo que permite su exitosa proliferación.

Múltiples aspectos favorecen sus adaptaciones. Al respecto, sus sentidos emergen para posibilitar y facilitar funciones básicas de todo ser vivo; la alimentación, la reproducción y la relación. Veamos cada uno de sus sentidos:

Cinco sentidos

Oído. Las orcas tienen un excelente sentido del oído, ya que su alimentación, comunicación y orientación dependen en gran medida de los sonidos que emiten y se producen bajo el agua.

Pero el sentido del oído de las orcas no depende exclusivamente de lo que perciben sus oídos, situados detrás de los ojos. Cuando un sonido es emitido, las orcas captan las ondas sonoras por medio de un complejo auditivo localizado en la mandíbula inferior, aspecto compartido por los demás miembros de la familia Delphinidae. Posteriormente, el sonido viaja a través de los huesos de la mandíbula y es enviado al cerebro.

Este agudo sentido es necesario para una especie que usa un sentido único en pocos animales: la ecolocalización. En adición, el rango de frecuencias de sonidos que las orcas pueden escuchar es más elevado que el de los seres humanos, ya que alcanza hasta 120 kHz.

Vista. Dentro y fuera del agua, las orcas tienen una visión bastante buena. Sin embargo, es más útil en aguas claras, ya que en zonas oscuras utilizan la ecolocalización para orientarse y capturar presas.

Se han realizado estudios para determinar si los cetáceos odontocetos son capaces de distinguir colores. Como carecen de unas células de pigmento sensibles a las luces azules, se cree que no pueden hacer la distinción en las longitudes de onda de dicho color.

Olfato. Las orcas, como otros odontocetos, no poseen nervios para oler, por lo que probablemente están desprovistas del sentido del olfato. Este sentido no está en relación directa con la respiración, así que esta función no es afectada de ningún modo.

Tacto. La piel de los cetáceos con dientes es muy sensible al tacto, especialmente en las zonas del espiráculo, alrededor de los ojos y de la piel que circunda la boca, de acuerdo con estudios en especies de odontocetos estrechamente relacionados. Las orcas cuentan con un buen sentido del tacto.

Gusto. Hasta el momento no se sabe a ciencia cierta si las orcas poseen un sentido del gusto como tal. Aun cuando la información es muy escasa, se ha observado que tienden a manifestar preferencias por algún tipo de alimento. Por ejemplo, algunas orcas en cautiverio demuestran gusto especial por ciertos tipos de pescado.

Tampoco se sabe si tienen papilas gustativas del mismo modo que otros mamíferos, si bien un estudio indicó que los delfines mulares o nariz de botella (Tursiops truncatus), una especie relacionada con ellas, pueden detectar algunos sabores básicos.

El sentido que hace la diferencia

La ecolocación, ecolocalización o biosonar es un sistema exclusivo de algunos tipos de murciélagos, de los cetáceos odontocetos y de algunos otros animales, basado en la interpretación del eco. En el caso de las orcas, la ecolocalización permite principalmente la orientación bajo el agua y la detección de la ubicación y de las características de sus presas.

La ecolocalización funciona de la siguiente manera: 1) una orca emite sonidos,  b) las ondas viajan a través del agua, 3) el sonido rebota en un objeto o un animal, 4) se produce un eco que es recibido por la orca y 4) la orca interpreta el eco.

Una manada puede tener su propio sonido característico, pero al parecer los clics sólo son usados en la ecolocalización.

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